Crema de calabacín a la hierbabuena

Tengo un macetohuerto en proyecto que ahora mismo tiene una planta de cebollino y otra de hierbabuena. Ahora le echo cebollino hasta al café, pero la hierbabuena esta ahí creciendo muerta de risa. Así que se me ocurrió añadirle unas hojitas a la crema de calabacín que estaba haciendo y el resultado es curioso. Fresquito.

CREMA CALABACIN

Ingredientes:

Dos calabacines grandes

4 patatas pequeñas

Cebollino

Sal

Hierbabuena al gusto

 

Preparación:

Como con cualquier crema, cocer los ingredientes juntos y cuando estén cocidos pasar por la picadora y por el chino si no queréis que queden grumitos. Yo nunca las cuelo porque me gusta que tengan esa textura “gruesa” aunque la próxima vez si que lo haré porque en esta receta en concreto creo que le va mejor una textura mas fina (y porque el calabacín gigante que me dan mis padres tiene millones de semillas y acabaron a modo de tropezones en la crema, para que mentir)

Las hojas de hierbabuena las dejé infusionando en el agua de cocción unos minutos y luego las retiré, la cosa es que quede un ligero regusto fresco, no que parezca que hemos echado un chorro de Listerine en el puchero, así que mejor quedarse corto. Id probando.

Como siempre, yo reservo el agua de cocción hasta que tengo la crema con el espesor que me gusta, cuezo todo en agua abundante, retiro a ojo la que veo que sobra, procurando que quede espeso y luego añado el caldo que le falte. Lo hago así a raíz de hacer agua de verduras en lugar de crema las primeras veces.

CREMA CALABACIN

Con el agua que os sobre de esta receta siempre os podéis hacer un mojito de calabacín XD.

Ya me contareis si os gusta.

Crema de calabaza con avena

Esta receta no tiene gran cosa, seguramente haya leído la idea en algún sitio y no me acuerde, así que perdón por el posible plagio. El caso es que se me ocurrió espesar la crema de calabaza y zanahoria con avena en vez de nata por aso de meter menos grasas al cuerpo. En casa siempre tenemos avena sin azúcar, procuro huir de los cereales azucarados, soy de esa gente rara que disfruta con el salvado, la avena y esas cosas que no le gustan a casi nadie.

No es mas que una crema simple, queda muy rica, la avena le da un toque. He de decir que a mi me gustan los purés con grumitos, (mi madre no pasaba nunca el puré porque me gustaba encontrarme las pieles y semillas 😀 ) Si queréis una crema fina no os lo recomiendo.

Ingredientes

500 gramos de calabaza

4 zanahorias

Avena (sin azucarar)

Sal

Resultado final adornado con semillas picadas.

Preparación:

Cocer la calabaza y la zanahoria con un pelin de sal, yo le echo poquísima, ya soy de comer soso pero con esta crema aun echo menos sal de la normal, porque me gusta que tenga un punto dulce:

Una vez cocido, retiramos y reservamos el exceso de agua de cocción y añadimos tres cucharadas  de avena y dejamos que se hidrate. El tema va un poco a ojo, porque dependerá de la cantidad de calabaza y zanahoria que hayamos echado. La avena espesa más de lo que parece. Si os pasáis siempre podéis agregar algo de líquido de cocción, y si os quedáis cortos una vez batida la crema podéis hidratar algo de avena el caldo de la cocción y volver a batir.

Y listo, no tiene mas misterio, creo que también se podría añadir algo de patata y hacer un puré espeso para acompañar un seitan o un tofu a la plancha 😀

Ya me contareis si os gusta. Por cierto esta receta tendría que ser de hummus con pimiento pero quiero mejorar un poco la receta (ósea hacerlo sin usar garbanzos de bote, que está feo)

Swap Vegano

El viernes por la tarde recibí mi swap de parte de Ester de Quinoa&Wakame. ¡Que ilusión!

SWAP

En el paquetito me envió:

Un paquete de manzanilla de Menorca. Manzanilla de verdad, con sus granitos, y por cierto, según me escribió en su carta, la tradición dice que hay que poner un numero impar de bolitas en la taza para que de buena suerte.

Un bote de Figat de higos que hacen en su casa. Figat es confitura dicho en mallorquin. Cada vez que miro ese botecito salivo.. ¡Adoro los higos!. Voy a hacer unos yogures caseros estos días y les añadiré un fondo de esta confitura. Veréis la receta en el blog.

Un cuenco solidario de la Fundación Vicente Ferrer de la que es voluntaria, aquí os dejo el enlace a su web.

Varios sobres de Té de Austria que compró en un viaje, son tés ecológicos, que voy a probar según termine de escribir estas líneas (Por cierto Ester, iré a Austria algún día, ya te interrogare sobre que ver, donde comer, etc.. )

Todo acompañado de una carta adorable en la que se ofrece a hacerme de guía turística por su tierra, Menorca. Invitación que pienso aceptar porque las Baleares es otro de mis viajes pendientes 😀

No conocía el blog de Ester hasta ahora, y he de decir que me ha encantado, ya he apuntado varias recetas para hacer, además las alterna con entradas como esta que te sacan una sonrisa. Daros un paseo por el porque merece la pena.

Muchas gracias a Mi vida con un vegano y Espinacas con Garbanzos por esta idea.

Espaguetis con cherrys y espinacas

Esta es una receta facilísima pero que me sorprendió, es una de mis favoritas ahora mismo, porque se hace en nada y esta deliciosa. No estoy cocinando nada elaborado últimamente, vuelvo a estar en fase perezosa, pero lo bueno de la pasta en que hay mil recetas riquísimas que se hacen en 10 minutos.

El caso es que al volver de las vacaciones en mi nevera estaba prácticamente vacía así que tiré de lo que había, que por cierto, es cuando acabo descubriendo platos nuevos, cuando hago “cocina de supervivencia”.

FOTO

Ingredientes:

Ajo

Aceite

Cherrys

Espinacas

Espaguetis

Elaboración:

Mientas se va haciendo la pasta doramos un diente de ajo en rodajas con un poco de aceite, y cuando esté incorporamos los cherrys cortados a la mitad, lo sofreímos unos minutos e incorporamos las espinacas, en mi caso eran congeladas (previamente descongeladas) porqué era lo que me quedaba, pero si tenéis frescas mucho mejor.

Lo dejamos cocinar todo unos minutos e incorporamos los espaguetis escurridos junto con un buen chorro de salsa de soja y lo dejamos cocinar unos minutos mas, para que la pasta se impregne de la salsa, si no lo dejamos el tiempo suficiente la salsa quedara liquida y el sabor cambia completamente (las primeras veces que hice pasta con salsa de soja me quedó una especie de pasta mojada en soja que no estaba demasiado rica)

De fondo podéis observar mi mesa de salón de los años 80.

De fondo podéis observar mi mesa de salón de los años 80.

Y listo, no tiene nada de complicación y además se puede variar añadiendo guindilla si os gusta picante, champiñones… o lo que esté triste y solo en la balda de la nevera en ese momento.

Espero que os guste.

Copa de fresas (Veganiza al chef)

Hacía tiempo que quería participar en Veganiza al chef, pero por una cosa u otra lo iba dejando. Este mes me gustó muchísimo la propuesta y me puse a ello por fin. No soy muy de dulces, me dan bastante pereza, no soy demasiado golosa la verdad. Esta propuesta me gustó por sencilla (se puede hacer a ojo sin preocuparse por pesar ingredientes) y por fresca.

Ingredientes:

Fresa
Stevia
Agar agar
Limon
Leche de soja
Aroma de vainilla (o azúcar avainillado)

Copa de fresasPreparación:

Para la gelatina, lavar las fresas, elegir las mas pequeña y cortarlas en dos a lo largo. Colocarlas en el fondo del recipiente que vayáis a utilizar. Poner un cazo con un vaso de agua y azúcar al gusto, disolver una cucharada de café de agar, llevar a ebullición y remover durante dos minutos. Lo dejamos enfriar un poco para que temple y mientras hacemos la crema.

Para la crema echar en un cazo un vaso de leche de soja, dos cucharadas soperas rasas de maicena y azúcar vainillado al gusto (en mi caso tuve que improvisar y usar azúcar avanillado, la idea era hacer la crema con stevia y vainilla liquida pero no pude encontrarla a tiempo) llevar a ebullición y remover constantemente hasta que espese y no sepa a crudo, unos 3 minutos aproximadamente.

Para la compota, seguí los pasos de la receta original, cocer fresas picadas en trozos pequeños con un chorrito de limón y stevia al gusto, cocinar dos o tres minutos, triturar ( a velocidad baja para que no os quede espuma como me paso a mi) y cocinar otros 3 minutos más.

Solo queda montar las capas, añadir el agar ya templado a las fresas, dejarlo cuajar (yo lo metí al congelador unos minutos y cuajo enseguida) añadir la crema de leche y encima la compota.

Mi versión es algo mas rustica, ya que no tenía copas de cristal que quisiera enseñar en público, así que me pareció original usar ese bote. Tampoco he sustituido la crema de queso por algo que se le pudiera parecer, había pensado en hacer un Philadelphia vegano, pero vuelvo a estar en la fase “odio el tofu” y no tenia en casa, además aun no he conseguido localizar tofu sedoso en Ourense.

Por cierto, por fin, le he pillado el punto al humus, sera mi próxima receta, que no puede uno tener un blog vegano que se precie sin una receta de humus.

Pues esto es todo, dedicadle media hora a este postre que merece la pena.

Mar.

Hamburguesa vegana en 10 minutos.

Ayer llegue a casa con ganas de una hamburguesa pero sin ninguna gana de complicarme demasiado la vida, así que me puse a improvisar (sin ninguna fe en que saliera algo comestible, que últimamente no ando demasiado inspirada)

Tenía unas almendras tostadas caseras en casa y un bote de salsa Teriyaki a estrenar y medio bote de guacamole, así que se me encendió la bombilla.

En 10 minutos estaba todo listo. Aquí va la receta.

Hamburguesa

Ingredientes:

Soja texturizada fina

Cebolla frita (La que viene en bote, la mía es de Mercadona)

Almendras

Semillas de lino

Pan bimbo sin corteza

Leche de soja sin endulzar

Lechuga

Guacamole (También el del Mercadona)

Tomate

Salsa Teriyaki

Elaboración:

Ponemos a hidratar la soja texturizada, unos tres puñados generosos, así a ojo, mientras, picamos con la batidora todo junto, un puñadito de almendras, una cucharada sopera de semillas de lino y una cucharada sopera de cebolla frita. Una vez este bien picado se añade una rebanada de pan Bimbo remojada en leche de soja y batirmos hasta que quede una pasta.

Ahora hay que mezclar la pasta anterior con la soja bien escurrida (yo uso un trapo fino para hacerlo, echo la soja ya escurrida dentro y lo retuerzo, y así suelta todo el agua). Una vez esté todo bien mezclado le damos forma. Yo hice dos hamburguesas bien gruesas, así con una hamburguesa por persona llega de sobra para no quedarse con hambre.

Una vez hechas se pasan por la plancha dos minutitos y cuando estén ligeramente doradas, bajamos el fuego al mínimo y añadimos un chorrito de salsa Teriyaki a la sartén,  damos la vuelta para que impregne por los dos lados y listo.

Solo queda untar los bollos de pan en guacamole, poner un par de rodajas de tomate y lechuga y montar la hamburguesa.

Igual hay algún amante de la cocina oriental echándose las manos a la cabeza por mi forma de usar el Teriyaki, técnicamente debería marinarse la comida en ella y luego freírla, pero me daba miedo que se deshiciera la hamburguesa y me pareció buena idea hacerlo así. Es importante que bajemos el fuego al mínimo, si no la salsa se quema.

El pan remojado (e imagino que las semillas de lino también) ayudan a que quede una pasa compacta que no se deshace, así que no hace falta rebozar las hamburguesas.

Como soy incapaz de hacer guacamole decente, usé el preparado, en casi todos los supermercados hay guacamole bastante natural (no esa porquería que venden los de Doritos para mojar los nachos, puaag) Suele estar bastante rico y con las hamburguesas siempre queda bien. Creo que desde que hago mis propias hamburguesas no he vuelto a echarle Ketchup a ninguna XD

Espero que os guste la receta.

Mar

Macarrones con salsa de tahini

Tengo un bote de tahini muerto de risa en la nevera pensando que solo me seria útil para preparar humus o baba ganoush. Pero la sabia Virginia me comentó en un comentario (valga la redundancia XD) que estaba riquísimo a modo de acompañamiento para pasta, y como hoy tenia la nevera prácticamente vacía a excepción de unos puerros, cuatro verduras tristes y el bote de tahini pues me puse a ello. Eché un ojo a varias recetas pero no me terminaba de convencer ninguna así que improvisé un poco, y no me quejo, ha quedado rica.

 

Ingredientes:

Macarrones

Puerro

Pasas

Tahini tostado

Nata vegetal

Salsa de soja

Guindilla

 

Preparación:

 Ponernos a hervir el agua para la pasta. Mientras hierve picamos el puerro muy finito y lo pochamos, una vez esté blandito añadimos las pasas y la guindilla (en mi caso picada pero puede ser entera que así la podréis apartar mejor, yo es que soy masoca y me gusta que me lloren los ojos al comer) reogamos un minutito y añadimos una cucharada de tahini, un chorrito de salsa de soja y añadimos la nata vegetal. Dejar cocer un segundito y si vemos que ha quedado muy espesa podemos rebajarla con un poco de caldo vegetal (siempre que no sea muy salado) o leche de soja. No hay que añadir sal ya que tanto el tahini como la salsa de soja son salados.

 Imagen

Y listo. Fácil y rápido. 

Edito para comentar que la salsa tambien está muy rica sobre unos esparragos verdes a la plancha.

Pizza vegana de humus

Nunca volveré a comprar masa de pizza, voy a hacer 20 kilos y congelarla. Si llego a saber que la casera estaba tan rica me habría puesto antes, siempre me pareció algo súper complicado, pero a raíz de que Creativegan (echad un ojo a su recetario de navidad, es fantástico) me sugiriera un pan relleno para quedar estupendamente un día en el que tengo que encargarme de la parte vegana de una comida (habrá máximo tres veganos pero me siento como si fueran 100 jaja) fui cogiendo carrerilla. El pan aun tengo que perfeccionarlo pero la masa de pizza quedo genial.  (¡Gracias Virginia!)

Total que la cosa es más fácil de lo que parece, se hace en nada, y está deliciosa. Ha destronado al Quiché de Verduras como cosa más rica que he cocinado nunca. Por otro lado eso describe mi «nivelazo» en la cocina 🙂

El resto del merito lo tiene nuestro amigo Mercadona, que el humus lo compre allí, ahora tienen un pack con tres variedades que esta de escándalo (hasta que aprenda a hacerlo y reniegue de el) y el tomate “casero” también.

Ingredientes:

–         300 gramos de harina de fuerza

–          200 gramos de agua

–          1 dado de levadura fresca (25 gramos)

–          1 cucharada sopera generosa de aceite de oliva suave.

–          Humus de aceituna Mercadona

–          Tomate frito estilo casero ( o casero si tenéis)

–          Cebolla

–          Pimiento

–          Berenjena

–          Calabacín

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Preparación:

En un bol amplio mezclamos los ingredientes secos y hacemos un volcán. Agregamos el agua templada y el aceite. Mezclamos bien, al principio usé una lengua de silicona, porque si no acabaremos con la mitad de la masa pegada en las manos.

Cuando esté bien mezclado procedemos al amasado. Es importante no agregar demasiada harina a la masa cuando estemos amasando, si no no quedara bien una vez horneada. Ha de quedar maleable pero no dura, ligeramente húmeda.

Yo me basé en esta receta de directo al paladar, os recomiendo echarle un vistazo. También os explica como amasarlo con fotos, yo no las pude hacer. Básicamente consiste en estirar la masa con las manos y doblarla por la mitad, repitiendo el proceso durante unos 5 minutos. Al principio estará más pegajosa y luego va siendo más fácil de manejar. Hay que esparcir un poco de harina en la mesa para que no se pegue pero sin pasarse para que no endurezca la masa.

Una vez amasada se deja levar unos minutos y se le da forma con un rodillo,  y se deja levar otros 10 – 15 minutos. Después de darle forma la pase a un papel de hornear y la dejé levar en la rejilla del horno. Quería una masa con mucha miga, así que no la estiré demasiado, si la queréis mas fina podríais sacar para dos pizzas.

Mientras la masa leva, picamos y pochamos la cebolla, el pimiento, la berenjena y el calabacín en este orden.

Una vez extendida y reposada la masa, extendemos una capa fina de humus (si ponemos demasiado será empalagoso) hacemos una fina espiral con el tomate frito y repartimos las verduras por toda la pizza. Hornear a 220º unos 20 minutos, o hasta que esté dorada.

Queda una pizza de aspecto rustico y deliciosa. Como ya os dije ahora las masas compradas me parecen infinitamente menos apetecibles que antes, además la masa se puede congelar, así que se puede tener en la reserva para cuando nos apetezca hacer una deliciosa pizza casera.

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¡Espero que os guste!

Mar

Pastel de “Carne”

Hace unos días, aprovechando un excedente de patatas que había por la despensa, hice esta receta que no comía hace siglos.

Es una comida vistosa y súper sencilla de hacer, simplemente consiste en una boloñesa de soja texturizada muy espesa entre dos capas de puré de patatas.

Todavía no le tengo pillado el punto a la boloñesa, mira que es algo fácil, pero no logro conseguir que el tomate tenga un sabor intenso. Aun me acuerdo que cuando comía la de mi madre, era una salsa con sabor potente, la mía nunca queda igual. Tengo que liarla para que me haga una tonelada en versión vegana, y ya de paso a ver si descubro su secreto.

Proposito para año nuevo, mejorar la estetica de las fotos del blog.

Ingredientes:

1 Cebolla grande.

3 Zanahorias

Soja texturizada fina.

Tomate triturado.

Patatas

Leche de avena

Margarina (Esto es opcional)

Elaboración:

Picamos la cebolla y la pochamos hasta que este blandita, (hay que ser generosos con la cantidad de cebolla) y añadimos la zanahoria picada muy pequeña, lo dejamos unos minutos y agregamos la soja ya hidratada, sofreímos un minutito mas y agregamos el tomate triturado (Recordad que tiene que quedar una salsa espesa, así que no hay que pasarse con el tomate).

Yo la dejo cocer al menos una hora, que dice mi madre que así queda mejor. Hay quien le pone una hojita de laurel.

Mientras cuece, pelamos y picamos las patatas y las cocemos en la olla express. Una vez estén cocidas, las escurrimos bien y las aplastamos con un tenedor y cuando estén bien chafadas añadimos un chorro de leche de avena y trituramos con la batidora. Es importante no pasarse con la leche de avena para que no quede demasiado líquido el puré. También se puede añadir una cucharada de margarina, pero yo no lo hice.

Ahora solo quedaría extender una capa de puré en una fuente para horno, añadir otra de boloñesa y finalizar con otra de puré. Hornear unos 10 minutos, se puede añadir algún queso para gratinar vegano. ¡Y a comer!

Mar.

Quiché de calabacín

Tenía en la nevera un calabacín enorme que necesitaba usar antes de que se estropeara y se me ocurrió hacer un quiché. Modestia aparte… ¡Me quedó riquísimo! Creo que es lo mas rico que he cocinado hasta ahora, que no es decir mucho la verdad, pero me dio para comer dos días mientras me alababa a mi misma  y le preguntaba a mi media tachuela constantemente si estaba rico para tener alguna alabanza extra – ¿Esta rico? – Si mucho. – ¿Pero como de rico? – Delicioso cariño. –¿De verdad? – QUE SII…

Para compensar quise hacer la receta de Panacotta de café de Creativegan e hice la peor  de la historia, aunque la textura era genial así que volveré a intentarlo.

No tenía muy claro como hacer el relleno, en algunos sitios vi que lo hacían con nata y agar-agar y otros con bechamel, al final decidí improvisar un poco. Hice una bechamel tradicional pero en lugar de usar leche, use una mezcla de leche de avena y un bick pequeño de nata de soja batido con el propio relleno para que quedara espeso pero no supiera solo a bechamel.  Ahí va la receta.

Ingredientes:

1 Paquete de masa brisa (se puede hacer con hojaldre pero no es lo mismo)

4 Puerros

1 Calabacín grande.

Margarina

Harina

Leche de avena

Nata vegetal

Sal, pimienta blanca y nuez moscada.

Elaboración:

Pochar los puerros cortados en rodajas finitas, y cuando estén añadir el calabacín cortado en dados pequeños, salar y añadir un poco de pimienta blanca recién molida. Dejar que se cocine y se evapore el líquido que soltará.

Para la bechamel poner el baso de la batidora tres cucharadas hermosas de la mezcla del calabacín y el puerro, leche vegetal y un bick pequeño de nata vegetal y triturarlo todo. Con esta mezcla se hace una bechamel espesa, sustituyendo la leche sola por el batido que hemos hecho. Salar y darle un toque de nuez moscada.

Poner la masa brisa en el molde y rellenar con el calabacín y el puerro y cubrir con la bechamel y al horno. Hornear durante unos 15 minutos al 200 grados hasta que la pasta esté dorada (a mi me hizo falta mas tiempo porque mi horno es un horror)

Dejar enfriar para que cuaje y desmoldar.

¡Que aproveche!