Nunca volveré a comprar masa de pizza, voy a hacer 20 kilos y congelarla. Si llego a saber que la casera estaba tan rica me habría puesto antes, siempre me pareció algo súper complicado, pero a raíz de que Creativegan (echad un ojo a su recetario de navidad, es fantástico) me sugiriera un pan relleno para quedar estupendamente un día en el que tengo que encargarme de la parte vegana de una comida (habrá máximo tres veganos pero me siento como si fueran 100 jaja) fui cogiendo carrerilla. El pan aun tengo que perfeccionarlo pero la masa de pizza quedo genial. (¡Gracias Virginia!)
Total que la cosa es más fácil de lo que parece, se hace en nada, y está deliciosa. Ha destronado al Quiché de Verduras como cosa más rica que he cocinado nunca. Por otro lado eso describe mi «nivelazo» en la cocina 🙂
El resto del merito lo tiene nuestro amigo Mercadona, que el humus lo compre allí, ahora tienen un pack con tres variedades que esta de escándalo (hasta que aprenda a hacerlo y reniegue de el) y el tomate “casero” también.
Ingredientes:
– 300 gramos de harina de fuerza
– 200 gramos de agua
– 1 dado de levadura fresca (25 gramos)
– 1 cucharada sopera generosa de aceite de oliva suave.
– Humus de aceituna Mercadona
– Tomate frito estilo casero ( o casero si tenéis)
– Cebolla
– Pimiento
– Berenjena
– Calabacín
Preparación:
En un bol amplio mezclamos los ingredientes secos y hacemos un volcán. Agregamos el agua templada y el aceite. Mezclamos bien, al principio usé una lengua de silicona, porque si no acabaremos con la mitad de la masa pegada en las manos.
Cuando esté bien mezclado procedemos al amasado. Es importante no agregar demasiada harina a la masa cuando estemos amasando, si no no quedara bien una vez horneada. Ha de quedar maleable pero no dura, ligeramente húmeda.
Yo me basé en esta receta de directo al paladar, os recomiendo echarle un vistazo. También os explica como amasarlo con fotos, yo no las pude hacer. Básicamente consiste en estirar la masa con las manos y doblarla por la mitad, repitiendo el proceso durante unos 5 minutos. Al principio estará más pegajosa y luego va siendo más fácil de manejar. Hay que esparcir un poco de harina en la mesa para que no se pegue pero sin pasarse para que no endurezca la masa.
Una vez amasada se deja levar unos minutos y se le da forma con un rodillo, y se deja levar otros 10 – 15 minutos. Después de darle forma la pase a un papel de hornear y la dejé levar en la rejilla del horno. Quería una masa con mucha miga, así que no la estiré demasiado, si la queréis mas fina podríais sacar para dos pizzas.
Mientras la masa leva, picamos y pochamos la cebolla, el pimiento, la berenjena y el calabacín en este orden.
Una vez extendida y reposada la masa, extendemos una capa fina de humus (si ponemos demasiado será empalagoso) hacemos una fina espiral con el tomate frito y repartimos las verduras por toda la pizza. Hornear a 220º unos 20 minutos, o hasta que esté dorada.
Queda una pizza de aspecto rustico y deliciosa. Como ya os dije ahora las masas compradas me parecen infinitamente menos apetecibles que antes, además la masa se puede congelar, así que se puede tener en la reserva para cuando nos apetezca hacer una deliciosa pizza casera.
¡Espero que os guste!
Mar